Según los profesionales jurídicos, los errores que se pueden encontrar en el contrato de arrendamiento tienen unos patrones muy característicos. Si quieres redactar tu propio contrato de alquiler de vivienda tendrás que tener en cuenta los siguientes errores comunes.
El sector de la vivienda es algo en lo que todos estamos más o menos integrados aunque no tengamos conocimiento de leyes. Para vivir tranquilo con un alquiler, tanto por parte del arrendatario como del arrendador, queremos dar algunos consejos a tener en cuenta a la hora de redactar el contrato de alquiler.
Contratos incomprensibles
La primera consecuencia de que muchas personas estén involucradas en el negocio arrendatario es el hecho de que los contratos son, a veces, incomprensibles. El contrato de alquiler de una vivienda debe ser claro, acorde a la ley y coherente con todos sus elementos para que tenga una utilidad.
Si vas a redactar un contrato de alquiler de vivienda por primera vez intenta siempre entender el por qué de cada elemento.
Cláusulas no permitidas
Ante una disputa en un contrato de alquiler de vivienda, la ley tiende a proteger, como en el resto de los casos, a la parte con menor responsabilidad, en este caso el arrendatario.
Las cláusulas que algunos arrendadores incluyen en el contrato, al ser contrarias a la ley no tienen vigencia real en el contrato.
Es bueno pedir asesoramiento a la hora de redactar un contrato de alquiler.
Que no falte nada
La falta de contenido es algo que puede afectar al contrato tanto como el propio contenido. Es necesario conocer cuáles son las leyes que se aplican en caso de que el contrato no diga nada al respecto. Algunos ejemplos útiles de esto son:
- Cada renta se tiene que abonar en los 7 primeros días del mes.
- Los contratos de alquiler de vivienda se pueden prorrogar hasta en 3 años de duración si el inquilino lo desea.
- Las reparaciones, por ley las pequeñas reparaciones corren a cargo del inquilino si el contrato no dice lo contrario.
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